¿Sabes cómo lo hago?...buscando entre los amores, las personas, los lugares, los versos, las imágenes, que se alojan eternamente en MI ALMA... Hoy lo hago para felicitar a todas las madres, y recordando a algunas de ellas...
A MI MADRE
Son tus natales, quiero cantar;
Porque mi alma, de amor henchida,
Aunque muy joven, nunca se olvida
De la que vida me hubo de dar.
Que yo a tu lado no siento ir,
Por tus caricias arrobadoras
Y las miradas tan seductoras
Que hacen mi pecho fuerte latir.
Para mis padres vida inmortal;
Porque es muy grato, sobre la frente
Sentir el roce de un beso ardiente
Que de otra boca nunca es igual.
Se que no es el día de las madres en muchos de nuestros países, incluyendo Cuba, pero lo es para todos las madres de España, aunque como siempre decía la mía... el día de las madres es todos los días. Hoy cuando pensaba en ello, me vinieron a la mente tantos ejemplos de madres, y lógicamente el de la madre de Martí me llegó casi involuntariamente, esa mujer a estado en mis recuerdos, desde los momentos mas antiguos que mi cerebro puede guardar; mi abuelo Mariano, padre de mi padre, era desde su escasa cultura un martiano de los que mas y desde que tengo uso de razón lo recuerdo diciéndome versos de Martí. Para los que me leen y no son cubanos o conocedores de nuestra historia, quizás el nombre de José Martí, no les suene a nada, se que a los que sí lo son les suena mucho, porque hemos estado escuchando su nombre desde que todavía no íbamos al colegio...pero para los desconocedores aquí se los presento formalmente, nunca mejor dicho, en su forma; porque para presentar su contenido, necesitaría mil espacios como este...
...José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895) fue un político republicanodemocrático, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano de origen español , creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de laGuerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo...(wikipedia)
Esta es quizás su foto mas conocida...
Con el añadido de que su madre, la de mi abuelo Mariano, también se llamaba... Leonor, como la del apóstol... según solía decirme; esas palabras, escritas por el joven Martí al dorso de la fotografía que le envía a su madre cuando cumplía prisión en el Presidio Político, condenado a trabajar en las canteras ...aquel cementerio de sombras vivas... con apenas 17 años : "Mírame madre y por tu amor no llores...", me la repitió mi abuelo, miles de veces, cierro los ojos y lo veo pronunciándola, dramatizando incluso, como también hacía cuando me repetía letras de las canciones y películas de Carlos Gardel, o la mítica frase del Abate Faría al Conde de Montecristo: "...¡toda la sabiduría humana está resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!..." Cuántas veces le escuché pronunciar estas frases, quien nos diría que tanto tiempo después las estaría evocando, en este dedicatorio a las madres. Hoy volvía a leer la súplica de Martí a su madre, hacían muchos años, pero muchos, que no me detenía en ese retrato; hoy lo veo tan distinto a las otras veces, hoy lo miro con un nuevo matiz, el de una madre, y tiemblo; le pongo en su rostro el de alguno de mis hijos y muero; como se le puede pedir a una madre que no llore, viendo el cuerpo de su hijo atado a unos grilletes de hierro, si desgarra el alma.
Hoy quiero recordar a todas las madres que han tenido o tienen a sus hijos en la prisión o en la guerra, dos de los infiernos; a las que han perdido algunos de los suyos: como mi amiga Dignita, que lo vivió tan joven, como Mercedita cuyos ojos nunca se secaron, como Dinora, la mamá de mi amigo Lazy, como mi tía Dora que perdió a Nadino en la guerra, y su hermana Caridad que perdió a mi primo Pepe, como mi abuela que sobrevivió a sus dos hijos, cómo mi tía Juana María que murió esperando a que el mar o un milagro la devolvieran a Daniel y Damian, o como ella, que sin saber donde está, cada día espera ver llegar a su Yeremi. Todas han perdido a sus niños, que dolor tan grande, infinito...
y mi amor de madre,
permitirán que en el cielo,
te pueda encontrar,
para seguir dándote mi amor,
para toda la eternidad,
y volver a escuchar de tus labios,
Por todo eso, hoy también quiero desearnos a todas las que estamos y los tenemos, que disfrutemos la alegría de estar juntos, de vivir con la felicidad de saberlos aquí, viviendo, disfrutando, siendo, haciendo, luchando y también errando; de estar queriendo, requiriendo, aconsejando, acompañando, adivinando, presintiendo, advirtiendo antes de que sea tarde, sintiendo y amando, como lo hacemos nosotras las madres...
¡FELICIDADES!
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